Admiramos a quienes no podemos emular
"¿Por qué fotografiar la guerra? ¿Es acaso posible, eliminar un comportamiento humano que ha existido desde siempre gracias a la fotografía? Dadas las proporciones, suena ridículo plantearlo. Es precisamente eso lo que me motiva. Para mí, la fuerza de la fotografía está en que llama a la humanidad. Si la guerra niega la humanidad, la fotografía podría concebirse como algo opuesto a la guerra. Es un ingrediente muy potente en el antídoto contra la guerra.
Cuando alguien asume el riesgo de ir a la guerra para mostrarle al resto del mundo qué es lo que pasa, está tratando de negociar la paz. Por eso. Los señores de la guerra no aprecian a los fotógrafos. Aquello que se vive en el frente es extremadamente inmediato. No es la imagen en una revista, a 16.000 kilómetros de distancia, junto a un anuncio de relojes “Rolex”. Lo que ves es dolor sin paliativos, injusticia y miseria.
Si todos pudieran ver por sí mismos, por lo menos una vez, cómo le deja el fósforo blanco la cara a un niño, el inexpresable dolor que causa un solo disparo, o cómo la esquirla de un obús le arranca la pierna a una persona…Si todos pudieran ver por sí mismos el miedo y el pesar, sólo una vez, comprenderían que nada justifica que eso le ocurra a una persona, y mucho menos a miles. Pero todo el mundo no puede ir, y es por eso que van los fotógrafos, para mostrar, para hacer que lo que pasa allí llegue a su fin, para llamar la atención sobre ello. Para crear imágenes impactantes que contrarresten el efecto de los medios y acaben con la indiferencia. Para protestar, y con esa protesta, hacer que otros también protesten."
James Nachtwey
Etiquetas: corresponsal, guerra, james nachtwey, Vidas ejemplares
1 Comments:
Gracias, Guillermo, no me has hecho un regalo, sino un descubrimiento.
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