28/3/07

No hay Leprechaun que pueda ayudarme

Cuidaos, pequeños cabrones, de jugármela en vuestro terreno. He oido que os encanta pegársela al personal y fumar hierba...fumetas mejores que vosotros lo han intentado; respeto vuestra existencia pánica y vuestra cosmogonía del crimen, incluso me fascina.
Mas no os quedarán riscos en Howth, ni praderas de tréboles, para esconderos como saquéis el Iggy Pop que hay dentro de mí. No robéis a la Jare -la reconoceréis por su spanglish de Bloomsbury... la que lleva un rulo de billete en pesetas- que le tiene que quedar dinero para traerme algún regalo. Y aunque no sea vuestra jurisdicción, echadle un cable por Belfast que se pondrá a cascar sobre el conflicto vasco y se perderá el avión de vuelta.
A cambio, la promesa de no pisar nunca un pub irlandés a no ser que tenga billar, sea San Patricio o me esté meando. Os estaré vigilando, pequeños bastardos.

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